lunes, 10 de junio de 2013

DESARROLLO Y PROBLEMAS DE LA PERSONALIDAD



Los principios para la educación de la personalidad
La delimitación de principios integradores para educar la personalidad constituye un tema controvertido que presenta disímiles criterios por parte de los autores, sin llegar todavía a un consenso. Se  considera como elemento esencial del proceso docente-educativo la personalidad del alumno, la cual se denomina como a un patrón relativamente estable de sentimientos, pensamientos y conducta que identifica  y  diferencia a las personas, es decir un comportamiento habitual del individuo  que se desarrolla y cambia a lo largo de nuestra vida, se le considera  también como  el resultado de la interacción de la herencia genética y el ambiente del ser humano, del aprendizaje social y las experiencias personales. La personalidad tiene dos componentes: uno de base genética, al cual denominamos temperamento y otro que se llama carácter, que depende de determinantes sociales y del ambiente del individuo. Por medio del carácter es como desarrollamos nuestras virtudes y habilidades, nos indica el modo que tiene el ser humano de actuar, pensar y expresar afectividad.  Cabe destacar, que es la persona lo decisivo en la educación, por lo que deberá ser punto de partida y de llegada. Los tres primeros principios son los más generales y lo aporta la psicología, porque constituyen regularidades subjetivas e incluyen categorías psicológicas fundamentales: la personalidad, lo cognitivo, lo afectivo, la actividad y la comunicación. A continuación le siguen otros principios menos generales que se derivan de los anteriores y poseen un carácter más pedagógico. Estos principios están organizados de manera jerárquica de acuerdo con la estrecha relación existente entre ellos, pues el cumplimiento de uno favorece y coadyuva la aplicación de otros y la violación o el desconocimiento de alguno condiciona e influye en el incumplimiento del resto. En la realidad educativa todos giran alrededor de la personalidad del educando y se concentran integralmente a él, de ahí su interdependencia y unidad. Aunque no son identificables por su contenido, hay que considerarlos en un sistema donde cada uno juega una determinada función dentro del todo (la personalidad) y a la vez interactúan entre sí. El papel rector lo juega el principio de la personalidad, por ser el de mayor generalidad y ser el resto una manifestación peculiar de él en diferentes esferas del proceso docente-educativo. Los factores emocionales, afectivos y relacionales son, desde hace ya algunos años, aspectos de creciente interés para el mundo educativo. La escuela, tradicionalmente más preocupada del desarrollo cognitivo, plantea hoy el desarrollo integral y armónico de los alumnos y asume como tarea propia, desde esta perspectiva, que no sólo debe enseñar a conocer y a explorar el mundo; asume también que debe enseñar a ser y a convivir.  La estructura intelectual del niño está inevitablemente asociada a su afectividad; consecuentemente, es necesario reorganizar el currículum escolar, demasiado centrado en contenidos académicos, cognitivos. La personalidad del individuo es factor importante para determinar un estilo docente. Cuando cada maestro desarrolla su programa y establece relaciones con los niños, ocurre una integración consciente e inconsciente de todo cuanto conoce y sabe, desarrollándose así un estilo personal de enseñanza. Reflexione  ¿CÓMO INFLUYE LA ESCUELA EN LA PREVENCIÓN DE LOS PROBLEMAS DE COMPORTAMIENTO? ¿CÓMO TRABAJAR CON DIFERENTES ALUMNOS/AS QUE PRESENTAN PROBLEMAS DE COMPORTAMIENTO?