miércoles, 1 de agosto de 2012

Orientación Familiar


PAPEL DEL DOCENTE ANTE LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR, MALTRATO INFANTIL Y ABUSO SEXUAL INFANTIL        MARÍA DE JESÚS URQUINA BUITRAGO

La violencia intrafamiliar, el maltrato infantil y el abuso sexual infantil, es tan antiguo como la humanidad, es universal, y no distingue clase social. Las niñas han sido víctimas históricas de los abusos de los adultos. En la Biblia hay relatos famosos a este respecto, como la eliminación de los niños ordenada por Herodes; Aristóteles consideraba que, por ser propios, nada de lo que hiciera con los niños(as) era injusto; en Esparta se buscaba la perfección de la raza lanzando al precipicio a las niños tarados; los nazis los eliminaban con el mismo fin.
Las madres y los padres del siglo XIX comienzan a hacer de la educación un medio para la represión de muchos aspectos del niño y la niña, como la sexualidad y la autonomía lo cual proyectaba los ideales puritanos de la época y una serie de temores sexuales de los adultos (Mejía, 1.997).
Por lo tanto desde una perspectiva histórica no es posible decir que los niños de nuestro tiempo son maltratados más que en ninguna época anterior, lo que sucede es que el niño y la niña son ahora sujetos visibles, gracias a todos los estudios sociales, antropológicos, psicológicos, sociológicos y legales que han transformado el concepto de niñez no solamente como una etapa biológica, sino que han permitido la construcción desde la cultura, el desarrollo y desde los procesos de socialización una representación social del niño y la niña comprensiva e integral. Al convertir a los niños y niñas en sujetos activos y partícipes de la construcción de sociedad, se visibilizan sus problemáticas (son objeto de explotación laboral, traficados con fines de prostitución, abusados sexualmente, inducidos y obligados a cometer delitos, incorporados a la guerra, forzados al desplazamiento), de esta forma en nuestro tiempo existe un significado aumento en los casos reportados de maltrato, abuso y violencia contra ellos.
Sin embargo no se puede decir, que por el conocimiento que se tiene ahora sobre la niñez y sobre los efectos que produce la violencia física sobre el desarrollo integral del niño y la niña, ésta haya desaparecido ni siquiera disminuido, además la violencia psicológica que la mayoría de las veces es invisible y poco analizada, siempre se encuentra presente en todos los casos de maltrato.
El docente esta ciertamente en una posición de privilegio para observar, detectar e intervenir la violencia que se ejerce de manera cotidiana, extensa y cruelmente en los niños(as) y adolescentes en el transcurso de su vida escolar. Sin embargo, ante tantas dificultades, el compromiso de los docentes con los niños(as) es muy significativo pues es él quien en muchas oportunidades llena los vacíos del afecto, reconocimiento y valoración con que muchos niños y niñas crecen en sus familias. El docente y su actuar pueden ser la única oportunidad que tiene el niño o la niña, para ser protegido del maltrato físico, del abuso emocional o sexual, y para evitar que se detenga el proceso. ¿Cómo intervenir en ésta problemática?

Comunicación Familiar